Si hoy estoy escribiendo esto y tú leyendo es porque los dos tenemos una pasión, si una como poco, de otras tantas que seguro que compartimos como; viajar, la música, el cine, la lectura o por qué no, una buena fiesta y reír con nuestros amigos y familia. Pero hoy quiero hablarte de la pasión por la que has entrado aquí y yo te escribo, LA INVERSIÓN.
Yo, como cualquier “pringadete”, en la vida crecí feliz y muy curioso con todo lo que me ha rodeado. Siempre levantaba la mano en clase para preguntar y en la calle, siempre he sido una persona que se ha interesado por su entorno. He podido ver errores y aciertos de amigos, familia,compañeros… Y de esas experiencias y de las mías propias (de esas que más duelen) me he ido nutriendo para desarrollar lo que hoy considero un buen bagaje para seguir poniendo el foco en lo que me motiva, en este caso la INVERSIÓN.
En 2011, a los 17 años, con mi portátil recién abierto en Navidad y con la ilusión de un niño, me descargué una plataforma de compra y venta acciones. Pero en aquella maraña de números e ítems no era capaz ni de comprender lo que era una cotización y casi acabo tirando el portátil por la ventana.
Con 19 años quería estudiar chino, porque creía que los china se iba a comer el mundo… no me equivocaba, pero a 50€ la hora de clase, tuve que descartar la opción rápidamente. Ser humilde tiene sus inconvenientes jaja.
Siempre curioso por naturaleza, desde que tengo uso de razón veía todos los programas de Discovery de “How it´s made” “Mega Factorías”, etc. Eso me hacia comprender muchos factores de productos y me animaba a saber de empresas.
Allá por 2013-2014 hice buenos amigos, cercanos a la banda en la que tocaba. Uno de ellos era informático, programador y le encantaba hacer apps tanto como la vida bohemia y ciberpunk.
Quiero hacer una mención especial, a mi pánico por el riesgo financiero. Por aquel entonces, ser de familia humilde me hacía pensarme dos veces cómo evitar perder mi pasta y eso me hizo cometer un GRANDÍSIMO ERROR.
Como no, ese amigo me habló de BITCOIN, BTC (para los amigos criptobros) y estuve días pensando en lo que me decía y lo novedoso que era, pero no entendía nada sobre teoría monetaria, no sabía de dónde emanaba el dinero deuda, ni lo que era la inflación. Si lo hubiera sabido, quizás este Substack se habría empezado antes pero, NO COMPRÉ BITCOIN a 120$-350$.
Era 2016 cuando me dio por escribir sobre un tipo, que entonces no estaba muy en boca de todo el mundo, un tal Elon Musk. Como todas las semanas, me había pasado un largo rato viendo noticias y analizando la Wikipedia y en una de esas saltó la liebre con él y lo que hacía. Tesla, Solar City y las tejas que daban electricidad me alucinaron y escribí un post sobre él, en Facebook. Mi radar empresarial se estaba calibrando… eso sí, no desperdicié el post para criticar a los compradores de iPhone.
Moraleja, si hubiera tenido conocimientos de cómo invertir mi dinero por aquel entonces y hubiera aplicado lo aprendido en el libro de Patt Dorsey sobre el MOAT, habría invertido tanto en TESLA como en APPLE y no me habría ido nada mal con X10 y X5 respectivamente.
Desde 2016 a 2019 me encontraba consumiendo videos de emprendimiento y educación financiera día tras día: trabajos online, inversiones, criptomonedas, pero sobre todo educación financiera. Trabajando, en el coche, en casa mientras comía, mis ratos libres eran y son afán por aprender con el fin de progresar y aquí nace este Substack.
En 2019 mi vida dio un cambio y mi profesión me hizo aumentar mi capacidad de ahorro. Mis compañeros, en mi misma condición, se compraron coches, casas, motos, viajes etc.
Yo, no sabía invertir pero tras 3 años había comprendido dónde radicaba el valor del ORO y el de Bitcoin, asi como lo que era la deuda y la inflacción y empecé a ahorrar el 60% de mi sueldo en estos dos activos con un simple DCA.
Esa fue la primera sencilla parte de mi breve camino hacia la inversión, pero continuará, lleno de anecdotas y estafas sufridas en mi pellejo.
Hay muchos ERRORES que sacar a relucir.